HITCHCOCK POR DOS EN BORGES

Seminario dictado por Sergio Zadunaisky en Borges 1975, Palermo

 

Martes 28 de noviembre a las 19 horas / Actividad arancelada

 

Reservas en [email protected] o al 1541782080

 

Análisis de dos de las películas más grandes de la historia del cine, con exhibición de fragmentos en pantalla grande. No es necesario haber visto previamente las películas.

 

«Nadie como él ha sido tan consciente de las posibilidades visuales del cine, de su poder hipnótico y de las posibilidades de manipulación del público que ofrecía. Tenido durante décadas por un técnico superdotado, por un simple mago del suspenso, un hábil fabricante de sensaciones fuertes, poco a poco se fue descubriendo que Hitchcock fue el más consumado estilista, el mayor creador de formas, de puro cine, de su tiempo, que es como decir de todos los tiempos, pues su obra abarca el mudo y el sonoro y hasta la televisión, Europa y Hollywood.(…) Hitchcock demostró que incumpliendo todas las reglas clásicas uno podía fabricar no sólo obras maestras sino además éxitos de taquilla, como cuando en Psicosis hace morir a la protagonista a mitad de la película.

Hitchcock era un complicado ser humano, lleno de frustraciones, complejos e inseguridades. Sus películas están por ello llenas de sueños, pesadillas, amenazas y culpabilidades. Sus obsesiones están siempre presentes. Es un cine de la paranoia, lleno de sadismo y de contenidos subliminales. Hitchcock es un gran pornógrafo latente y, junto con Buñuel, el gran surrealista y el gran humorista del cine.» Fernando Trueba.

ANALISIS DE:

La ventana indiscreta (Rear Window, 1954)

Afiche polaco de «La Ventana Indiscreta»

El vouyeurismo en estado puro. James Stewart, obligado a quedarse en su departamento por un accidente de trabajo, no puede dejar de espiar la vida de sus vecinos, lo cual lo llevará a creer que uno de ellos mató a su esposa. Obra maestra del genial Hitch.

Vértigo (1958)

Oscuro y sombrío, este es uno de los filmes más personales del director inglés. Otra vez con James Stewart, esta vez enamorado locamente de Madeleine, una mujer misteriosa y enigmática. Como en Psicosis, la historia presenta un giro inesperado a mitad del metraje y nuestro héroe deberá afrontar una realidad que parece jugar con los límites de lo real.