La obra de teatro Mensaje bailado trata sobre la amistad grupal, la separación inminente de una pareja y los nuevos comienzos. El tema permanente es el amor; toda la obra se basa en el amor. Las escenas se desarrollan en un lugar de vacaciones durante un fin de semana que irá definiendo sus vidas, mientras cada quien busca formas de quererse.

“Este proyecto se basa en una dramaturgia escrita durante el inicio de la pandemia en 2020. La escribí por amor a otras personas y con la necesidad de reunirnos. Simplemente me dejé llevar por las ganas de regalarles un texto que sirva para jugar. Nuestro proyecto intenta ofrecer diferentes caminos de representación, diversas formas de comunicarnos e intercambiar alegría. Hoy nos entregamos a este Mensaje bailado presencial, con todo nuestro cariño, deseando que la tarea siempre sea un lugar de encuentro.» Luis Loyola Cano, autor de la obra:

La pieza obtuvo el Premio Creación Vivamos Cultura 2021, que posibilitó la realización de este espectáculo. Mensaje bailado resultó beneficiario del subsidio para Grupos otorgado por Proteatro y del subsidio para Producción Teatral Vigente otorgado por el Instituto Nacional del Teatro Plan Podestá, ambos en 2021. Este proyecto cuenta con la difusión de la plataforma Impulso Cultural, dependiente del Ministerio de Cultura GCBA.

Mensaje bailado se representa hasta el mes de junio en No Avestruz.

 

Lucila Dufau nos cuenta sobre su participación en Mensaje Bailado

«Transformar el veneno en medicina»

Hola, Lucila, muchas gracias por brindar esta entrevista a Dale Cine. Mensaje Bailado fue concebida durante el pico de la pandemia y pasó de lo virtual, a lo presencial. Siendo la pandemia una situación excepcional, qué representó para vos esta transición, cómo la viviste.

Muchas gracias a ustedes por haberse acercado a compartir el regreso al teatro.

Todavía me cuesta poner en palabras la experiencia de la transición de lo virtual a lo presencial. Recuerdo que la primera función la viví con mucha felicidad, como una celebración, pero también sentía una extrañeza, algo inexplicable relacionado con el tiempo que había transcurrido sin actuar en teatro. Además, me impactaba ver al público con barbijo porque eran como pequeños cartelitos recordatorios de que estábamos atravesando una pandemia. Igualmente, lo que primó fue el espíritu de festejo y de alegría por volver a lo amado y al encuentro.

¿Cómo fue trabajar en una época de incertidumbre, no sabiendo bien cuándo volvería a producirse la presencialidad?

Nosotres no hicimos streaming, así que esperamos a que fuera posible estrenar con público presente. Por lo tanto, durante la pandemia hicimos lo que comúnmente se conoce como trabajo de mesa, lectura, investigación de los personajes, los vínculos, y fue una manera de ir conociéndonos también porque no habíamos trabajado juntes antes. Lo pudimos aprovechar de manera tal que cuando al año y medio pudimos hacer el primer ensayo ya el grupo estaba sólido y había un montón de tiempo ganado al proceso de trabajo, en el sentido de que el ensamble fue natural y fluido.

Su autor dijo que la obra fue concebida como juego, cuando la vimos en el teatro, sentimos ese espíritu que la acompañaba. ¿Cómo fue el trabajo con tus compañeres?

El trabajo con mis compañeres fue completamente diferente a cualquier otra experiencia que tuve porque inevitablemente estuvo atravesada por la pandemia. En el budismo de Nichiren Daishonin hay un concepto que es el de “transformar el veneno en medicina” y esa fue, para mí, la decisión que tomó Luis. El convirtió en un juego una situación de completa incertidumbre y desesperanza. Nos involucró a través del juego en su proceso de escritura, entonces cuando nos encontramos con el material fue como vernos, reconocernos y conocer a les otres también; pero no desde un aspecto meramente autobiográfico, si no creativo y lúdico. Por ejemplo, mi fascinación sobre Blanche Dubois de Un tranvía llamado deseo de Tenesse Williams. Él tomó algo de eso (un tono, un matiz) para mi personaje Cheré. Fue un acto de mucha generosidad y de entrega por parte de todes. Por lo tanto, el material es tan propio y tan íntimo que terminó siendo una experiencia que nos unió más profundamente como grupo.

Qué es lo que más te llega del texto y de tu personaje en particular.

Lo que más me conmueve del texto es que se atreve a hablar del amor, a pesar de que “mucha gente le tiene miedo”, tal como expresa uno de los personajes que se llama justamente Amor, una especie de Eternauta que llega sorpresivamente a esta casa de veraneo. Es complicado hablar del amor sin autocensurarse por temor al cliché o a lo meloso; y es un desafío hablar del amor en su sentido más amplio, abarcando no solo al amor romántico, e integrando sus costados más ásperos.

Mi personaje Cheré me conmueve y es muy disfrutable encarnarla todos los viernes. Tiene dos aspectos que me resultan los más atractivos: la intensidad de sus emociones y su transformación. A lo largo de la obra su emocionalidad va como un cochecito de montaña rusa atravesando momentos de contención y de descarga, atraviesa amplitud de estados. Y logra torcer lo que aparentemente estaba puesto como destino, como camino ineludible y toma una decisión, se empodera, se libera de ataduras pasadas y encara un nuevo rumbo. Eso tiene algo de esperanzador, de alentador, de renacer más liviana. Dice “Me imagino que tiro por la ventanilla mi personaje.” Igualmente, unas frases después señala que va a “visitar una casa de empeño y preguntar cuánto valgo.” Cheré, como todes, tal vez necesite de varios renaceres para transformar su propio karma.

Te gustaría adelantarnos algo sobre tus nuevos proyectos?

En mayo voy a actuar en “Soñar Pirámides”, de Samantha Bermúdez, en Microteatro. Las funciones son jueves y viernes a partir de las 22.35HS, así que los viernes ¡pueden hacer doblete!

El Instagram de la obra es @mensajebailado

PARA VER MENSAJE BAILADO

Las entradas se consiguen por Alternativateatral a valor general y para estudiantes y jubilades. http://www.alternativateatral.com/obra75958-mensaje-bailado-2