Hábeas Corpus en Machado Teatro, locura sin límites
junio 1, 2018
Año 1955, estado de locura en las capas gobernantes, muchos años de silencio alrededor de un cuerpo escondido, a espaldas del pueblo. Las tinieblas y el olor a muerte se apoderaron de todo. El Coronel posee un secreto que no desea compartir con nadie. Ella es de él, le pertenece y no va a cederla como pretenden sus superiores y su mujer.
Habeas Corpus invita a rememorar un hecho clave que atraviesa la historia de la Argentina en el Siglo XX. El escenario circular invita a una participación de la audiencia mucho más activa que en los teatros convencionales. Los espectadores se ubican alrededor de los personajes, que actúan casi pegados a sus narices.
Hay un Coronel, su mujer, un oficial, tres “espectros” y una caja, de contenido macabro y secreto. La música, el sonido, el humo y las luces hacen su parte y logran su cometido, creando climas, trabajan con la imaginación del espectador.
El eje de “Habeas Corpus”, su columna vertebral, es la figura del coronel, personaje enloquecido por la culpa, la locura y la posesión de la muerte. La violencia latente en la obra crece, cada vez con más fuerza, empujando al abismo a sus personajes. Los “espectros”, fantasmas interiores de un ser torturado, reflejan su demencia, contradicciones, miedos e inseguridades. Su aparición recuerda vagamente a las figuras que acompañaban a Joe (Roy Scheider) en All That Jazz, una manifestación exterior, psicológica en la obra, anatómica en la película.
Title: ALL THAT JAZZ ¥ Pers: VEREEN, BEN / SCHEIDER, ROY ¥ Year: 1979 ¥ Dir: FOSSE, BOB ¥ Ref: ALL013BH ¥ Credit: [ 20TH CENTURY FOX/COLUMBIA / THE KOBAL COLLECTION ]
Buenos Aires 1955. Los “Libertadores” han tomado el poder. Una caja de madera recorre las calles de la ciudad. Su contenido se ha vuelto impronunciable y su destino incierto. La procesión va por fuera, está a la vista de todos pero nadie lo sabe.
Hoy la Historia nos llama, nos convoca, nos interpela. Hoy el olvido nos distrae, nos corrompe, nos aplasta. Hoy la memoria nos persigue, nos hostiga, nos condena.
Al gran bonete se la ha perdido un pajarito, y dice que lo tiene el Coronel.