Esta semana haré un cine debate para un grupo cerrado en San Isidro con «El Joven Manos de Tijera», buscando material sobre el impar director norteamericano, me reencontré con una nota que escribí sobre su vida y su obra.

Parte de aquella columna:

Introducción

La maquinaria visual de Tim Burton proviene, como en Federico Fellini y David Lynch, de su inclinación natural hacia el campo de las artes plásticas y el comic. Esto provoca que las obras de estos tres autores se caractericen por su rechazo a la realidad. Fellini prefería recrear en Cinecittá lugares de Roma que podría haber filmado en la ciudad misma; Lynch aparece preocupado por un orden paralelo al cotidiano, un mundo de desconocida perversidad, locura y muerte. En el caso de Burton, este rasgo se evidencia en su predilección por el género fantástico.[1] Paradigma de esto es Vincent –uno de sus primeros trabajos– donde el protagonista es un niño de 7 años que decide apartarse del mundo real y (re)construye su entorno cotidiano con imágenes referenciales del cine de terror y textos de Edgar A. Poe.

Así como el pequeño Vincent en su mundo, el mismo Burton es un auténtico freak dentro de la industria, un personaje que se guió siempre con sus propias reglas y parámetros. La decisión de abandonar su puesto de trabajo como animador de la Disney da cuenta de ello. Con el tiempo, los grandes estudios y Tim Burton lograron entenderse, sobre todo después de las cuantiosas ganancias generadas por muchas de sus películas (BeetlejuiceBatmanCharlie y la Fábrica de Chocolate, entre otras). La misma Disney no sólo le produjo sus primeros trabajos, Vincent y Frankenweenie, dos tenebrosos cortometrajes rodados en blanco y negro, sino que más adelante le produciría y/o distribuiría varios largometrajes a través de su filial Touchstone Pictures (El Extraño Mundo de JackEd Wood).

Si bien los tiempos han cambiado, la figura de Burton se recorta en el escenario de la industria cinematográfica como una figura de autor, tal como entendían este concepto los críticos franceses en la década del 60: trabaja dentro del sistema, pero mantiene sus rasgos personales, temáticos y formales, sin traicionarse.

Filmografía de Tim Burton para cine y televisión

Vincent (1982)

Hansel y Gretel (1982)

Frankenweenie (1982)

Aladino y la Lámpara Maravillosa (1984)

La Gran Aventura de Pee Wee (1985)

La Tinaja (1985)

Beetlejuice (1988)

Batman (1989)

El joven Manos de Tijera (1990)

Batman Vuelve (1992)

El Extraño Mundo de Jack (1993)

Ed Wood (1994)

Marcianos al ataque (1996)

La Leyenda del Jinete sin Cabeza (1999)

El Planeta de los simios (2001)

El gran Pez (2003)

Charlie y la Fábrica de Chocolate (2005)

El Cadáver de la Novia (2005)


Influencias

La infancia del realizador de El Planeta de los Simios transcurrió en Burbank, un pequeño pueblo de California, sitio en el que nunca se sintió cómodo. Tal vez por esto el Expresionismo –un movimiento de principios del siglo XX que se caracterizó por manifestar el extrañamiento del hombre con su entorno– hizo mella en su obra. Filmes expresionistas como El Gabinete del Dr. Caligari (Robert Wiene, 1918) y Nosferatu (Friedrich W. Murnau, 1922) aparecen referenciados en la atmósfera y la escenografía de Vincent y Beetlejuice.

Otro rasgo…

La nota completa puede leerse aquí: https://www.elsigma.com/cine-y-psa/tim-burton-mundos-en-colision/10849